Almeria

Trocitos de nuestra Tierra

Almería, un universo por disfrutar.

 

Ya el pueblo árabe supo bautizar a Almería con el nombre que mejor la define: MIRADOR. Y desde entonces hasta hoy, la ciudad no ha dejado de mirar al extenso mar que se extiende ante ella. A las puerta de la naturaleza en estado puro, o lo que es lo mismo, Cabo de Gata. Desde lo alto de su monumental Alcazaba, legado árabe que simboliza su rico pasado. En plena ebullición de una capital histórica donde sus gentes se enredan, entre callejuelas de adoquines, en las tradiciones con más solera. Desde todas las esquinas de este rincón de Andalucía, Almería vive de frente a un intenso y un inmenso azul mediterráneo.

 

Almería es la ciudad más luminosa de Europa. Sus 3.000 horas de luz al año, y sus temperaturas suaves garantizan al visitante un clima propicio para disfrutar de la oferta cultural y de ocio de la capital andaluza, la más extensa y variada de toda la provincia.De visita obligada para cualquier viajero es el conjunto monumental de la Alcazaba, una ciudadela con torres de defensa, calles, casas y mezquita que se erige imponente sobre una de las entradas a la ciudad. Junto a ella, las extensas murallas del Cerro de San Cristóbal, que terminan de configurar el monumento más extenso de cuantos regaló el pueblo árabe a Al-Andalus. La ciudad de Almería llegó a ser, durante siglos, una de las ciudades más grandes de la España musulmana, y la herencia aún pervive. Especialmente en las calles empinadas y laberínticas bajo la Alcazaba, donde la cultura andalusí cobra fuerza a través de la arquitectura y la gastronomía de sus teterías.La ciudad más desconocida del Sur tiene otro tesoro histórico preparado para el visitante, pero esta vez, oculto en su subsuelo. Se trata de los refugios que se construyeron durante la Guerra Civil española para cobijar a los habitantes de la ciudad, hasta los que se puede descender en pequeños grupos.

Almería cuenta además con importantes monumentos históricos de la época decimonónica en la zona más llana de la ciudad, como son la antigua estación de ferrocarriles, la Escuela de Artes y Oficios, el Círculo Mercantil e Industrial o el Mercado Central. También su alegre plaza de toros, o el singular cargadero de mineral denominado Cable Inglés y ubicado junto al Puerto a principios del siglo XX, forman parte destacada del amplio legado histórico que esconde esta ciudad llena de vida.

Y precisamente esa vitalidad se muestra en su enorme oferta cultural y de ocio. No sólo ofrece al viajero la posibilidad de visitar el Centro Andaluz de la Fotografía, su Museo Arqueológico, el Centro de Arte Museo de Almería,… Todo ello, aderezado con uno de los grandes orgullos capitalinos: la ruta de las tapas, tradición gastronómica que se ha convertido ya en una seña de identidad almeriense.

Además, Almería despliega ante sus visitantes una amplia oferta para llevar a cabo la práctica de deportes, especialmente los náuticos, verdaderamente consolidados en la provincia gracias a un clima privilegiado. Vela, windsurf, piragüismo,… Asimismo, los practicantes de un deporte clásico, el golf, pueden disfrutar del excelente Campo ‘Alborán’ de El Toyo, creado con motivo de la celebración, en el año 2005, de los XV Juegos Mediterráneos, que mostraron al mundo el carácter deportivo de esta ciudad.

Pero no sólo eso. Almería se prolonga hasta el Cabo de Gata, donde la naturaleza se abre a los visitantes en todo su esplendor, y que permite practicar todo tipo de actividades en pleno contacto con el medio ambiente, disfrutando así de su flora, y también de su fauna.

Almería es todo eso y mucho más. Uno de los últimos lugares del Sur que aún quedan por descubrir.